Hola, tiempo sin vernos. Me refiero a vos, bitácora, específicamente, desde hace unos meses no nos vemos a la cara la una y la otra.
Comenzar a escribir una nueva entrada se siente como comenzar a hablar con mi psicólogo cada miércoles a las 9AM. Nunca sé por dónde empezar...
月が綺麗ですね (take care of yourself)
El sábado 02.12.2023 comencé a correr. No metafóricamente (aunque volveremos a este punto pronto), sino que comencé a correr (el ejercicio). Mi querida madre me regaló un corpiño deportivo y la primer cosa que se me ocurrió fue "tengo que comenzar a aceptar invitaciones a piletas". La
segunda cosa que se me ocurrió, mientras aún le agradecía y trotaba llena de ímpetu hacia su baño para probármelo, es que finalmente puedo comenzar a hacer ejercicio. Yo sé que siempre pude hacerlo, pero tener una vestimenta que no dificulta el acto se aprecia infinitamente. Es simbólico, es un punto y aparte, es una manifestación física de mis deseos que toman la forma de un corpiño deportivo que dice "PINK", y debajo de eso dice "PINK NATION". It was meant to be.
Junto a eso, finalmente comencé a decorar el departamento (volveremos a este lugar pronto), y estuve comprándome
muchísima (5) ropa. Gracias, ferias americanas y ventas de caridad de 9 de Julio, mantienen a mi ropero lleno y a mi corazón feliz. Sigo sin desviarme mucho del look "líder de un grupo de jóvenes de una iglesia evangelista", es algo en lo que encuentro mucha comodidad, pero de a poco consigo alguna que otra pieza de ropa que se sale o activamente rompe ese estándar y estoy intentando darle el lugar que se merece en mi vida y en mis cajones de ropa. Y, aparte de toda la felicidad que a
mí me genera la ropa nueva, a mi mamá le gustan algunos de los outfits que he armado en estos meses. ¿Se puede pedir algo más?
El departamento, vol. II
Sorprendentemente, no hay tanto que actualizar con respecto a esto. O al menos eso creo yo, y tal vez eso es parte del problema a la hora de (intentar) materializar mis últimos 3 meses en palabras. Voy a (intentar) explicar a qué me refiero.
El departamento se siente... diferente a otros lugares donde he vivido. Y yo sé que las razones son obvias, pero cuando pasas tanto tiempo como yo saltando de un sofá a otro, comenzás a desarrollar un poco de memoria muscular, y es difícil sorprenderte. Pero, de alguna mágica forma, el departamento me sorprende un poquito más cada día, o al menos cada día que me detengo a pensarlo. Y eso, tal vez, es parte del problema a la hora de intentar observarlo. No se siente como un lugar estático, atrapado en el tiempo. Se siente mutable, lleno de posibilidades. Tal vez la mesa podría ir en la otra pared, ese rincón necesita una estantería, el ropero ahora tiene posters pegados en sus puertas, estoy reservando rincones para poner una pizarra, las tuberías del baño finalmente están limpias y usables. Todo en este departamento respira, incluyéndome, y eso no es algo a lo que estoy acostumbrada. Los lugares, para mí, siempre fueron fijos, aferrados al tiempo y al espacio que ellos eligieron (o no, y se las arreglaron con lo que tenían), y nunca quisieron cambiar. ¿Por qué hacerlo, si estamos bien así?
Algo que estoy aprendiendo sobre la marcha es que un lugar, en el sentido emocional y físico de la palabra, se puede construir. ¡Una locura! Pero, incluso si parece imposiblemente aterrador a veces, cuando das un paso hacia atrás y pones en perspectiva el lugar que estás construyendo, todo comienza a tomar forma. Hay que confiar en el proceso, supongo.
Respirar es algo que comencé a hacer, al comienzo llena de culpa y ahora casi llena de calma, en este nuevo lugar. No había notado, hasta que me fui de mi lugar anterior lo mucho que me estaba costando respirar (en el sentido emocional y físico de la palabra). No llegaba al punto de tener que caminar mis pasillos con la cabeza gacha por miedo a ser impactada en la cien con una flecha que no había llegado a escuchar, pero de todas formas me sentía en un estado de cautela constante, como cuando tu ropero está lleno de bolsos llenos de ropa. Es difícil, a veces, dejar el miedo atrás, en especial cuando tu memoria muscular se acostumbró a él.
¡Pero! Pero, de a poco, un día a la vez, una taza de té boldo a la vez, una cena con una amiga a la vez, un "dioses, me olvidé de poner el trapo de piso frente a la puerta, voy a llenar el living de barro" a la vez, un "es extraño tener que sufrir esta tormenta sola" a la vez, de a poco estoy volviendo a respirar, y de a poco estoy dejando viejos miedos atrás.
El Archivo, o la imposibilidad de hacer nigromancia sin cadáveres
¡Prometo que pronto El Archivo va a estar en pie! Y esa es una promesa más para mí misma que para usted, querido lector. Es una sacudida en los hombros, es un "eu, ponete las pilas y organizá tus archivos".
Voy a ocupar este pequeño rincón, debajo de este título ("El Archivo, o la imposibilidad de hacer nigromancia sin cadáveres"), para hablar un poco (nunca es "un poco") acerca de algunos de los progresos miscelaneos que vengo teniendo en algunos de los proyectos varios en los que estoy trabajando (siempre son varios). Esta sección va a ser confusa y dispersa, es a propósito.
MALVAPUNK: Comencé a escribir un capítulo titulado "Atormentada por la tormenta", el cual relata a Malva, pocos días después de haber terminado su relación con Sarah (Sarah Rockshow, una de sus mejores amigas y ahora ex-pareja, una dulzura de persona verdaderamente), despertándose en mitad de la noche, en mitad de una tormenta. ¿Qué hará nuestra aterradora protagonista al ser enfrentada por su mayor desafío hasta este entonces: intentar volver a dormir entre truenos y la soledad del lado izquierdo de la cama? Ligeramente inspirado en mi miedo en las tormentas, y en otras cosas (siempre hay una almohada donde él dormía ahora).
Cruz: Los diseños de El Diablo (del martes), Victoria (la chica con una margarita enorme sobre el pecho y una espada infinitamente larga atravesándole el cuello desde su hombro izquierdo), "esa chica que tenía un ojo que le cubría todo el rostro y jamás pude distinguir sus manos", y el Replicavox (o al menos lo que Cruz recuerda de él) fueron comenzados y algunos terminados. Es extremadamente divertido poder jugar con diseños más poco convencionales y estirar mis manitos creativas, comenzando a robar ideas de mi cajita de cosas que me aterran. ¡Además! Terminé de definir cómo se ve Cruz, o al menos su cara, principalmente su pelo. Me llevó unos cuantos meses, pero creo que llegué a un resultado con el que estoy contenta.
Oca de Papel: Sorprendentemente para todos los presentes, Lu no abandonó este proyecto (o eso es lo que se dice a sí misma). Es muchísimo trabajo para una sola persona, diseñar un juego de mesa virtual desde 0 y
encima hacerlo interesante, pero le prometemos, querido lector, que está haciendo su mejor esfuerzo. Tuve que rehacer el sistema de movimiento de las fichas (me llevó media tarde de programar, woe is me), y de a poco estoy trabajando en los diseños de las fichas y en el primer tablero. El progreso es lento, pero
es, y eso es lo más importante (o eso es lo que se dice a sí misma).
Paper Boats, or some Poems I Wrote: Finalmente mordí la bala y terminé de digitalizar la copia en .PDF que alguien me pasó hace años probablemente ya de el libro de poesía que Dan Campbell (cantante de The Wonder Years, mi banda favorita al momento de escribir esto) escribió en 2008. Fue doloroso, en especial porque algunos (muchos) de esos poemas son muy (muy) tristes y difíciles de transcribir (emocionalmente hablando), pero al fin una copia que yo considero "decente" está en internet (creo que por primera vez), de manera accesible (gracias, Scrivener, por hacer al proceso menos doloroso.) Sentite libre de sufrir leyendo estos poemas acá:
Paper Boats,@archive.org.
Por ahora, eso es todo lo que quería reportar. Gracias por tomarte el tiempo de leer, gracias por tomarte el espacio para escuchar.
Nos vemos pronto, con mucho cariño.
- Lu